martes, marzo 06, 2007



Notas sobre Baudelaire

Ha sido el primero, después de todas las osadías del romanticismo, en emplear esas comparaciones chocantes que, en medio de la armonía de un período, súbitamente y al pasar, ponen los pies en el plato: comparaciones palpables, excesivamente primer plano; americanas: palisandro, sónido desconcertante y vigorizante ("La noche se hacía compacta... como un tabique")

El primero en romper con el público.

El artificio y su extensión a los cielos, a los ocasos... el spleen y la enfermedad, no la tisis poética, sino la neurosis sin haber escrito jamás la palabra...

Tu piel reverberante, tus andares: una serpiente en la punta de una estaca, tu cabellera, un océano, tu cabeza se balancea con la indolencia de un joven elefante, tu cuerpo se inclina como un fino velero que hunde sus palos en el agua, tu saliva asciende hasta tus dientes como una ola engrosada por el deshielo de los glaciares susurrantes, tu cuello una torre de marfil, tus dientes ovejas suspendidas en los bordes del Hebrón.
Es el americanismo aplicado a las comparaciones del Cantar de los
Cantares.


Hacer poesías sueltas, cortas y sin tema determinado (así como los otros hacían un soneto para narrar algo poéticamente, alegar una cuestión, etc.), vagas y sin razón como el batir de un abanico, efímeras y equívocas como un maquillaje, que al burgués que acaba de leerlo le hacen decir: "bien, ¿y qué más?".

... su odio de la elocuencia y de las confidencias poéticas...

... yankee, sin idea preconcebida, manteniéndose aéreo...

"Como una sílfide en el fondo de los bastidores".


Jules Laforgue (Montevideo,1860-París,1887), Miscelánea póstuma. Antología poética, traducción de Patricio Bulnes, Editora Nacional, Madrid, 1975.

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