jueves, mayo 29, 2008

Poesía encontrada

En la foto: César Fernández Moreno
La idea de "poesía encontrada" no es surrealista, pero sí dadaísta, aunque termina desviándose de este origen. En el blog The IP Poetry Proyect, destinado a explicar la generación de poesía en internet mediante robots parlantes, Belén Gache nos recuerda: "En las primeras décadas del XX, ciertos escritores pertenecientes a las vanguardias históricas, como por ejemplo Tristán Tzara, quien proponía realizar poemas combinando letras y palabras recortadas de los periódicos y mezcladas al azar dentro de un sombrero, o Hans Arp, quien componía muchas de sus poesías seleccionando al azar palabras de los diarios, con los ojos cerrados y marcándolas con un lápiz..."
Gache cita la fuente en cuanto Tzara (como se recordará, padre del movimiento dada): Tzara, Tristan, Los siete manifiestos Dada, Barcelona, Tusquet, 1972.
En el mismo trabajo, define Gache el juego que ha sido llamado de "poesía encontrada", cuyo abuelo es Tzara con su sombrero, apuntando al apoyo estético del proyecto IP Poetry, en estos términos: "El poeta productor de poesía encontrada es entendido no como un poeta romántico que, en un rapto de inspiración expresa sus sentimientos más profundos, sino a manera de un científico que realiza un descubrimiento. Aquí, lo que cuenta es el hallazgo. Con respecto al receptor, por su parte, la poesía encontrada nos conduce a una suerte de 'estado límite' de la poesía, estado que no sólo interroga nuestro propio estatuto de lectores sino que nos enfrenta con la posible inutilidad de todo enunciado humano."
El caso es que la "poesía encontrada", como hoy se la entiende, no es exactamente la que surge de un sombrero. Es generada por el azar pero de otro modo, se recorta súbitamente ante los ojos del lector o el oyente, o es conscientemente buscada. Se trata de palabras fuera de contexto que a juicio de quién las aparta de él, sin modificarlas en absoluto, excepto en lo que concierne a escandirlas libremente en versos, son poesía, por razones que no se detiene a explicar. No digo que con esto quede a salvo el poeta romántico, pero la base dadaísta desaparece, pues ésta es el azar puro (cierto que limitado al número de palabras y frases contenidas por el sombrero).
Este blog inaugura hoy el ítem "Poesía encontrada" con un experimento de César Fernández Moreno: presentar como poema una nota de la mucama de su casa. Lo único que hizo fue ponerle título y cortarla en versos.
Va.


La sirvienta por horas*

estimada señora
la ropa está limpia
no la tendí porque yovía

y no sé si vengo mañana
me siento enferma

*Transcripción literal de un mensaje dejado por María.

César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919-París, 1985). Obra poética, edición a cargo de Jorge Fondebrider, Perfil Libros, Buenos Aires, 1999.

2 comentarios:

  1. a la mañana leí este poema, pero en el libro "Sentimientos Completos" de Ediciones de la flor, 1981.

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  2. Sí, incluido en la obra reunida, yo no lo tengo...

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