jueves, junio 04, 2009

Juan Gelman / deatrásalante en su porfía


Razones

Del arte erótico a la ciencia sexual
hay continentes tristes,
escuelas, talleres, cuarteles.
Las cosas tienen aspecto de
amistad mutilada y el amor
desea una verdad.
¿De qué sirven ciencias que
le ladran la puerta que no tiene?
La luna en lunas del ropero
se liberó del cielo y
despierta entendimientos de lo amado.
La noche pasa como
nave lejana con dedos
que tocan íntimas sustancias
Los movimientos del estar
nos preguntan qué ser.


La pala

La esencia de la pala
no tiene esencia, pero
cava y sus combinaciones con la tierra
abren túneles, pozos.
Sin ella, ¿quién se ahueca
para llenarse de vacío?
El acto último del amor puro
no juzga ni calcula, desoculta
los crepúsculos secos de
mieles amargas. Todo
se torna forastero y hay sombras,
como arenas dormidas.


Bosques

En la efervescencia del bosque
nace el lento mirar de los cedros
junto al agua helada. Sus segundos
tardan en pasar, como planetas
donde se han visto amores que
desean desear mejor. Su tamaño,
¿entra en el tamaño que fueron? ¿Van a entrar
en el que tendrán cuando las casas
se hagan con música y no sangre?
Los ojos del cuerpo ven
el amor que no ve y camina
con la verdad delante.
Habita un movimiento continuo
en el bosque interior
sin límite ni auxilio, mira
el agua helada.

Juan Gelman (Buenos Aires, 1930-México, 2014), deatrásalante en su porfía, Ciudad de México 2007/2008, Seix Barral, Buenos Aires, 2009

Foto: Gelman. Nueva Delhi, abril 2009 Revista Ñ/ EFE

actualizado 2014

2 comentarios:

  1. Estuve algo alejada de internet y ahora que volví me es muy grato encontrar a Gelman por acá! :)
    Me quedo leyendo un poco, a ver si logro ponerme al día!

    Saludos

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  2. “Del arte erótico a la ciencia sexual / hay continentes tristes, / escuelas, talleres, cuarteles.” Razones para amar la poesía. Juan lo sabe, y nos emociona, y nos hace mirar el agua helada, que ahora se mueve, ahorita nomás.
    jm

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