sábado, abril 24, 2010

José Emilio Pacheco / Dos poemas















"Ô toi que j'eusse aimée..."
Y ahora una digresión Consideremos
esta variante del amor que nunca
puede llamarse amor

Son aislados instantes sin futuro
En la ciudad donde estaré tres días
nos encontramos
Hablamos sin palabras

Pero un brillo en los ojos un silencio
o el roce de las manos que se despiden
prende la luz de la imaginación

Sin motivo ni causa uno supone
que llegó pronto o tarde
y se duele
("no habernos conocido...")
E involuntariamente ocupas tu fiel nicho
en un célibe harén de sombra y humo

Intocable
incorruptible al yugo del amor
viva en lo que llamó De Rougemont
la posesión por pérdida.



H & C
En las casas antiguas de la ciudad las llaves del agua
tienen un orden diferente
Los fontaneros que instalaron los grifos
hechos en Norteamérica
dieron a C de cold el valor de caliente
La H de hot les sugirió agua helada

¿Qué conclusiones extraer de todo esto?
-Nada es lo que parece
-Entre objeto y palabra
cae la sombra
(ya entrevista por Eliot)

Para no hablar de lo más obvio:
Cómo el imperio nos exporta un mundo
que aún no sabemos manejar ni entender
Un progreso bicéfalo (creador
y destructor al mismo tiempo
-y como el mismo tiempo)
al que no es fácil renunciar

Nadie que ya disfrute el privilegio (aquí
tener agua caliente es un privilegio)
se pondrá a cavar pozos a extraer
aguas contaminadas de un arroyo

Y de otro modo cómo
todo acto es traducción:
Sin este código
se escaldará quien busque
bajo la C el agua fría
Los años pasarán sin que se entibie
la que mana de la H

José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939-2014), Antología de poesía hispanoamericana (1915-1980), selección de José Rodríguez Padrón, Espasa Calpe, Madrid, 1984


Foto: Altavoz México

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