domingo, febrero 13, 2011

Lord Byron / Hoy cumplo treinta y seis




Este día el corazón debería estar inmóvil
Puesto que a otros ha dejado de mover:
Pero aunque yo no pueda ser querido,
Déjenme amar.

Mis días yacen entre hojas amarillas,
Se fueron flores y frutos del amor,
El gusano, la llaga y la profunda pena
Son lo único mío.

El fuego que de mi seno hace presa
Arde a solas como una isla volcánica,
Ninguna antorcha se enciende en su hoguera -
Una pira funeraria.

Esperanza, miedo, celoso cuidado,
Mi exaltada porción de dolor,
El poder del amor no puedo compartir,
Sino su corrupción.

Pero no es hora -ni éste el lugar-
Para que tales ideas agiten mi alma
Cuando el ataúd ornamenta la gloria del héroe
Si ella no rodea su frente.

La espada, el estandarte, la tierra,
la gloria y Grecia veo en torno a mí.
El espartano detrás de su escudo
No fue más libre.

¡Despierten! (no Grecia: ella vigila).
Mi espíritu despierte. Piensa por dónde
La sangre vital fluye del lago original
Y golpea en ti.

Pisa esas pasiones revividas
-Indigna virilidad-: indiferentes
Para ti la sonrisa o el ceño adusto
De la belleza deberían ser.

Si reniegas de tu juventud, ¿para qué vivir?
La tierra de la muerte honorable
Está aquí: entra al campo y entrega
Tu aliento.

Busca -menos a menudo se busca que se encuentra-
La tumba del soldado, la mejor para ti;
Mira alrededor, elige tu parcela
Y toma tu descanso.

George Gordon, sexto lord de Byron (Londres, 1788–Missolonghi, Grecia, 1824), Works, Londres, 1832 Poetry Archive
Versión libre de J. Aulicino


On this Day I Complete my Thirty-Sixth Year

'TIS time the heart should be unmoved,
Since others it hath ceased to move:
Yet, though I cannot be beloved,
Still let me love!

My days are in the yellow leaf;
The flowers and fruits of love are gone;
The worm, the canker, and the grief
Are mine alone!

The fire that on my bosom preys
Is lone as some volcanic isle;
No torch is kindled at its blaze--
A funeral pile.

The hope, the fear, the jealous care,
The exalted portion of the pain
And power of love, I cannot share,
But wear the chain.

But 'tis not thus--and 'tis not here--
Such thoughts should shake my soul nor now,
Where glory decks the hero's bier,
Or binds his brow.

The sword, the banner, and the field,
Glory and Greece, around me see!
The Spartan, borne upon his shield,
Was not more free.

Awake! (not Greece--she is awake!)
Awake, my spirit! Think through whom
Thy life-blood tracks its parent lake,
And then strike home!

Tread those reviving passions down,
Unworthy manhood!--unto thee
Indifferent should the smile or frown
Of beauty be.

If thou regrett'st thy youth, why live?
The land of honourable death
Is here:--up to the field, and give
Away thy breath!

Seek out--less often sought than found--
A soldier's grave, for thee the best;
Then look around, and choose thy ground,
And take thy rest.


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Ilustración: Batalla de Salamina, 1868, Wilhelm von Kaulbach

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