domingo, abril 03, 2011

Melisa Machado / Jamba



I

Fermentaba el brezo de la piel:
gema o turba,
carcaja embrozada

Y había un zorro, un budín.

Vino y la enredó en sus crines.

Tenían las plumas vistosas,
contaban piedras como días.

Hubo jamba: júbilo.

Se corrió para que se fueran.

Sin mellas,
sin costuras.

Todos los minúsculos bordados en un destello.


VI

Anoche me despertaron los pómulos endurecidos.
Me espantó mi propia cabellera:
ráfaga imprevista,
líquen desmedido.

Lejos, un corazón de almendras.

Me crecían uvas en la boca y mis palabras eran bruma.
Me eché a temblar: larga, delgada y poseída.
Y llegué hasta allá
y jugué conmigo
como se juega con un animal dormido.

Sellaré ahora mis vocales.
Reconozco el odre de mi miel.
(Me miran de noche sus ojos de hígado)


XVII

Sobrevolaban pájaros de alas enardecidas,
aterciopelados como duraznos.

En el suelo papeles azules:
sutiles, tenebrosos.

Era la hora del té y la fiebre.

"Vienen murciélagos", pensó.

Afuera todo era viento.

Adentro: nísperos.


Melisa Machado (Durazno, 1966), "Jamba de flores negras" (2006), Rituales, Estuario Editora, Montevideo, 2011

Foto: Melisa Machado, por Manuel Gianoni

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