domingo, julio 10, 2011

Richard Gwyn / Hambre de sal




[de Being in Water, 2003]


Hambre de sal

¿Te recordaré en la luz insulsa y amarilla,
como a un pez que me entra en la boca, como un virus
que me entra en la sangre, como un miedo que me entra en la panza?
¿Te recordaré como una catástrofe
desgarrándome entre las piernas, dientes minúsculos que me hienden el labio,
lengua tocada con sal por la que mi lengua estaba loca?
Nunca reconociste esos pequeños robos:
el anillo de mi madre, la estatua de Knosos,
el medallón que yo guardaba para el cabello de los chicos
que nunca tuvimos. Te veo, ven a robar mis huesos,
dientecillos tan blancos, un collar de piedras coloridas,
valvas de almejas y mejillones alrededor de tu talle,
una cadena de esmeraldas en el tobillo. Pero ahora te has ido
de vuelta al mar. Puedo perdonar tu crueldad,
tus humores violentos, tus tramas de venganza,
recordando en lugar de eso el roce de tu piel
sobre la mía, el modo en que me viste aquella tarde
en la cueva marina, las gaviotas chillando afuera,
una multitud de airados acreedores en un mundo distinto,
vuelto terriblemente silencioso. Y tú, anidando
en la arena blanca, atrapada en las redes que tejí
con devota sobriedad, por completo convertida en sal.

Richard Gwyn (Gales, 1956)
Traducción de Jorge Fondebrider


Hunger for Salt

Will I remember you in the dull yellow light, / as a fish that enters my mouth, as a virus / that enters my blood, as a fear that enters my belly? / Will I remember you as a catastrophe/ tearing between my legs, fine teeth slitting my lip, / tongue touched with salt my tongue was crazy for?/ You never confessed to those little thefts:/ my mother’s ring, the statue from Knossos,/ the locket I kept for the hair of children / we never had. I see you, come to steal my bones,/ small teeth so white, a necklace of coloured stones, / clams and mussel shells around your waist, / an ankle chain of emeralds. But now you have gone / back to the sea, I can forgive your cruelty,/ your violent moods, your plots of revenge,/ remembering instead the brush of your skin/ on mine, the way you looked at me that afternoon/ in the sea cave, gulls clamouring outside,/ a crowd of angry creditors in a world otherwise/ gone terribly quiet. And you, nestling in / the white sand, caught in the nets I wove/ with a devout sobriety, turned utterly to salt.


Ilustración: Retrato de un hombre y una mujer en una ventana, c.1440, Fra Filippo Lippi

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