martes, junio 26, 2012

Marcelo Leites / Otoño




Otoño

Los árboles dejan caer sus hojas
retoños de una estación perdida.

Hay demasiada niebla todavía.

¿Sentiste alguna vez
que hacía falta romperse
en mil pedazos para decir
la palabra yo?

Hay una mañana que se abisma.
El sol sube al centro exacto
del cielo y los rayos
caen perpendiculares
sobre la tierra.
Tanta luz me enceguece,
me deja solo con mi sombra.

¿Sentiste tu cuerpo
como una balsa
moviéndose en el río
estancado de la mente?

Una bandada de golondrinas
atraviesa el cielo. Cada una
pendiente de la otra, cada
una apoyándose en la otra,
hasta que todo el conjunto
se vuelve un solo pájaro
volando el vuelo de todos.

Mi mano escribe estos versos
¿pero es mi mano?
¿soy yo el que escribe?

Va cayendo la tarde
y todavía no tengo
ninguna certeza
salvo esta luz impiadosa
que cae sobre las cosas.
Hay un sauce en la costa
que aún permanece verde.

He vuelto a casa.
La mesa de trabajo
está en penumbras.
Insistentemente miro
la luz de una vela
y el movimiento de la llama
sólo es un ejemplo.

(El viento barre las últimas hojas)

Marcelo Leites (Concordia, 1963), inédito


Ilustración: Cuatro árboles, 1918, Egon Schiele 

1 comentario:

  1. sentir semejante... y la "certeza" de haber leído un bello, muy bello, poema.
    Gracias por compartirlo.

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