martes, abril 23, 2013

Tomás Maver / Cuando regresaba de la noche...





Cuando regresaba de la noche...

                        Que en los desiertos del corazón
                            broten las fuentes curativas.
                                              W. H. Auden


Cuando regresaba de la noche
oscura en que el alma se conoce y
acompaña,
junté lo que tenía para decirles
y armé una pequeña casa con un patio lleno de árboles
donde poder reunirnos a tomar algo
y después salir a caminar y respirar el aire frío.

En las madrugadas de aquella larga vuelta
descansé a la intemperie, y me dije:
los exhaustos sacan fuerza
de recipientes que parecen vacíos

y es mejor entregarse a recorrer
los espacios que nos alejan de todo
hasta ser liviano como un cuenco
donde cualquiera pueda acercarse
a oír cómo se va llenando.

Porque, amigos, es menos lo que yo tengo
para decir
de lo que ustedes hacen
por escuchar.

Por eso vuelvo
a esa casa sola,
a ese patio y sus árboles
como si por primera vez llegara
al extremo de mi alma.

Tomás Maver (Buenos Aires, 1985), Yo, la incesante nieve, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2009


Foto: Tomás Maver en Hacienda Glamorosa

1 comentario:

  1. Qué poema tan sensitivo. Qué escritura más diáfana.Pavada de ficción te mandaste, Tomás, muchas gracias.

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