sábado, mayo 09, 2015

Patrick McGuinness / El lugar blanco













Una tarde mirábamos un programa sobre experiencias
cercanas a la muerte: una mujer que desandaba la vida por un túnel

a lo que venía después, y era reacia
a volver, ya que su vida era lívida comparada al lugar blanco

del que había sido devuelta. Ahora vivía entre los dos,
nostálgica por el después al que para entrar había muerto.

Al día siguiente, en la modorra de un tren detenido
te despertaste e hiciste la pregunta que se había despertado

en tu mente como si fuese en la mía:  “¿En el lugar blanco
-preguntaste-, habrá… alguien más?”

No supe. No me pregunté –nadie lo había
hecho- si en el lugar blanco estaríamos solos

o con otra gente. Preguntaste por tus
amigos, si lo mejor de acá se traslada

allá, o si nos vamos, como llegamos, solos.
Sigo sin saberlo. Creo que no estamos solos.

Lo creo menos por tí que por mí mismo.

Patrick McGuinness (Túnez, 1968), Canals of Mars, Carcanet Press, Manchester, 2006
Traducción de Jorge Fondebrider


The White Place

One afternoon we watched a programme on near-death
Experiences: a woman tunnelled back through life

to what came after, and was reluctant
to return, since her life paled beside the white place

she’d been pulled back from. Now she lived between the two,
nostalgic for the afterwards she’d died into.

The next day, dozing on a stationary train
you woke and asked the question that had woken 

in your mind as if it were on mine: ‘The white place’
you asked, ‘will anybody else be there?’

I didn’t know. I hadn’t though to ask – no one
had – if in the white place we’d be alone

or with other people. You asked about
your friends, if the best of here translates

to there, or if we leave, as we come in, alone.
I still don’t know. I think that we are not alone.

I think it less for your sake now than for my own.

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