lunes, septiembre 12, 2016

Lorenzo Calogero / Dos poemas
















Vacila alguno de estos hilos...

Vacila alguno de estos hilos
de aire suspensos cuando sobre la rada
soleada hojas tristes de sombra
esparce el otoño.
La muerte
con esto bien se corresponde,
como si, detrás del vitral liso
de las cosas, para hablarnos,
estuviese con su rostro pobre
el rostro pobre
de cada uno.


Los besos, las persianas verdes...

Los besos, las persianas verdes,
verdes árboles modestos, verdes y móviles
sobre los declives del huerto.
Ansioso va un dibujo sobre los techos.
Una corola se desliza sobre personas muertas.
Sabías que intacto, feliz un deseo
era el golpe de un sueño entreabierto,
sueño cerrado liviano de una muerte.

Lorenzo Calogero (Melicuccà, Italia 1910–1961), Sogno più non ricordo (1956-58), en Lorenzo Calogero. Poesie
Versiones de Jorge Aulicino

Foto: Calogero en Milán Le Muse Inquiete

Esita qualcuno di questi fili...

Esita qualcuno di questi fili
d’aria sospesi quando sulla rada
assolata foglie tristi d’ombra
sparge l’autunno.
La morte
ti si addice cosí bene
come se, dietro la vetrata glabra
delle cose, a parlarci,
stesse col suo viso povero
il viso povero
di ognuno.


I baci, le persiane verdi...

I baci, le persiane verdi,
verdi alberi modesti, verdi mobili intorno
sulle piagge dell’orto.
Trepido è un disegno sui tetti.
Una corolla scivola su persone morte.
Sapevi quanto intatto, leggiadro un desiderio,
era colpo di un sogno dischiuso,
sogno chiuso leggero di una morte.

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