jueves, septiembre 07, 2006

Leonardo Da Vinci gustaba de pintar figuras gaseosas, umbrátiles



La redención de Fausto

Leonardo Da Vinci gustaba de pintar figuras gaseosas, umbrátiles. Dejó en manos de Alberto Durero, habitante de Venecia, un ejemplar de La Gioconda, célebre por su sonrisa mágica.

Ese mismo cuadro vino a iluminar, días después, la estancia de Fausto.

El sabio se fatigaba riñendo con un bachiller presuntuoso, de cuello de encaje y espadín, y con Mefistófeles, antecesor de Hegel, obstinado en ejecutar la síntesis de los contrarios, en equivocar el bien con el mal. Fausto lo despidió de su amistad, volvió en su juicio y notó por primera vez la ausencia de la mujer.

La criatura espectral de Leonardo Da Vinci dejó de ser una imagen cautiva, posó la mano sobre el hombro del pensador y apagó su lámpara vigilante.

José Antonio Ramos Sucre, Obra poética, Colección Archivos, n° 52,  Barcelona, 2001

De las notas a la edición: Durero vivió entre 1494 y 1505 en Venecia. La nota considera la entrega del cuadro, por parte de Da Vinci, una "invención" de Ramos Sucre. No logra establecer si los pintores se conocieron. Afirma que compartían una inclinación esotérica.

Noticia: El venezolano Ramos Sucre nació en 1890 y se suicidó a los 40 años, en 1930. Se graduó como abogado y ocasionalmente ejerció como juez. Fue profesor de latín en escuelas secundarias y traductor de la Cancillería. Padeció insomnio y un severo retraimiento. Más de cien de sus poemas en prosa se publicaron en diarios. Sustituyó el poderoso yo lírico tradicional por voces dramáticas y narrativas, eventualmente irónicas. "Sus textos, siempre breves, no encajan en una categoría única: aforismos satíricos o provocadores, viñetas criollas, anécdotas morales, meditaciones, cuentos cortos de muy poética elaboración traen a la memoria mitos y leyendas señados por un afán de ensueño o de aleccionamiento para el momento de su publicación en diarios y revistas entre 1911 y 1930" (Francois Delprat). En la edición del programa Colección Archivos, Alba Rosa Hernández Bossio dice: "La aclamación de la poesía de José Antonio Ramos Sucre hoy en día es un hecho indiscutible en nuestro país y no se ignora su nombre a la hora de dilucidar cualquier tópico o movimiento artístico, desde el modernismo hasta la posmodernidad". Gótico y borgeano, lo describió el poeta salteño Santiago Sylvester.

Sobre el vasto proyecto Arhivos, consultar http://www.archivos.com.fr/00mainFrameset.html

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