jueves, abril 12, 2007

El surfer rosa










***
El Surfer Rosa espera la tanda para entrar al agua. Es la mañana y las cosas están heladas
(no es necesario tocarlas para saberlo). El sol brilla y los pájaros heavy metal cantan. En los
videos de surf, los chicos rubios entran en los tubos, salen de los tubos, giran, cortan las olas
para abajo, cortan las olas para arriba, y saltan por el aire, para caer del otro lado y esperar la
siguiente serie. En La Flecha las cosas son distintas. Los bodyboarders no pueden deslizarse
a través de las olas conquistadas por los jóvenes surfers. Los jóvenes surfers no pueden
interferir en el camino fluvial de los surfers viejos. Los surfers viejos no pueden, pero igual te
cortan con la quilla si no te metés bien abajo del agua, lo más abajo que puedas. Y de vez en
cuando aparece algún lobo marino. No hacen nada, pero dan miedo. La piel del Surfer Rosa
parece mexicana. Helada su mente, que nada y filtra a contrapelo la espuma verdosa, y su
madera se pierde sola entre las olas pequeñas.

***

Matías Moscardi, Mar del Plata, 1983



  • En La infancia del procedimiento
  • 3 comentarios:

    1. ¿Eso es poesía?

      ResponderBorrar
    2. Lleguè a este poema después de haberme reìdo con "De Manfredi no se sabe absolutamente nada"... obviamente del mismo autor. Ahora encuentro que no hace falta ser surfer para nadar, ocasionalmente, en estas aguas poéticas.

      ResponderBorrar