lunes, noviembre 19, 2007

Cesare pavese / De "Diálogos con Leucó"

Hesíodo: Yo te creo, Meletea, porque todo lo llevas en tus ojos. Y el nombre de Euterpe que muchos te dan no puede asombrarme. Pero los instantes inmortales no son una vida. Si yo quisiese repetirlos perdería la flor. Siempre vuelve el fastidio.
Mnemosine: Sin embargo, has dicho que aquel instante es un recuerdo. ¿Y qué otra cosa es el recuerdo sino pasión repetida? Compréndeme bien.
Hesíodo: ¿Qué quieres decir?
Mnemosine: Quiero decir que tú sabes qué es vida inmortal.
Hesíodo: Cuando hablo contigo me es difícil resistirte. Tú has visto las cosas al principio. Tú eres el olivo, la mirada y la nube. Dices un nombre y la cosa es para siempre.
Mnemosine: Hesíodo, todos los días te encuentro aquí arriba. Otros, antes que tú, he encontrado sobre aquellos montes, sobre los ríos pobres de Tracia y de Pieria. Tú me gustas más que ellos. Tú sabes que las cosas inmortales las tenéis a dos pasos.
Hesíodo: No es difícil saberlo. Tocarlas, es difícil.
Mnemosine: Hay que vivir para ello, Hesíodo. Esto quiere decir, el corazón puro.

Cesare Pavese, Diálogos con Leucó, trad. Rodolfo Alonso. Revista Fijando vértigos, poesía 16. Buenos Aires, octubre 2007

3 comentarios:

  1. ¿Y si no se tuviera el corazón puro?, ¿o si uno se hubiera olvidado del recuerdo? ¿Y si tocar no es difícil sino vivir, cual Maiacovsky?

    ResponderBorrar
  2. Entonces uno está frito, cosa que sucede con frecuencia

    ResponderBorrar
  3. entonces, que sea a la provenzal.

    ResponderBorrar