sábado, febrero 16, 2008

El cigüeñal de las tormentas


De lucidez

Para Rosa Maciel

El cigüeñal de las tormentas
pesa más
en algún lugar que yo creo conocer,
y por sus oleajes.
Que venga otro,
no tengo palabras,
y la lucidez,
ya saben, no gira como la tierra.
La lucidez gira
como la pesadilla hace girar al huérfano.


Metropolitana mundicia

Qué luz la nuestra,
que en los planes de Dios somos ceceosos.
No quedan acciones como en la antigüedad
de siete descansos.
No saben ahora los árboles
programar el silencio de los sabios.
En los brazos de muchísimas hojas
es que Pericles hizo todo antes de la peste.
La música podrida de la ciudad
hace flamear los menhires en mi paladar;
hace mar de saliva de madres de marfil
en un día nublado,
flacos espíritus,
árboles enfurecidos,
silencios serviles,
burla y peste y carne viva.

Emiliano Bustos (Buenos Aires, 1972), Cheetah. El Suri Porfiado Ediciones, Buenos Aires, 2007.

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