sábado, junio 14, 2008

La poesía se impone

La encuesta "¿Cómo reconoce un poema?" finalizó con 10 de los 29 votos emitidos en favor de la opción: "Porque se me impone". Esto es 34 por ciento. La mitad de esas cifras (5 votos que representan 17 por ciento) fue para la opción: "Por la originalidad de las asociaciones".
La emoción como instrumento de medición tuvo 3 por ciento, igual que la "atmósfera".
Todas las opciones, menos una, apelaban a la subjetividad del receptor o lector. Esa única posibilidad técnica, absolutamente impersonal, el ritmo, mereció 2 votos, 7 por ciento del total.
¿Qué significa que la poesía se impone como tal, o que se reconoce por la presencia de un mundo físico en ella, o por la originalidad de las asociaciones, o por la emoción que causa? Que muy diversas cosas pueden ser llamadas poesía.
No se pretendió hacer trampa en este cuestionario. El administrador del blog podría ofrecer más opciones, pero ninguna se le ocurre que no recurra al orden subjetivo. La trampa ha sido tendida mucho antes, por el romanticismo, por la poesía kantiana. Hasta bien avanzada la civilización europea, la poesía era seguramente todo aquello que cantaba. La calidad dependía casi enteramente de metros y recursos rítmicos diversos; de la armonía general de esa estructura. Una pieza lírica o épica tenía más o menos entusiastas según ideas y asociaciones, pero ideas y vínculos firmemente sujetos a esos patrones rítmicos y estructurales. El ingenio, la rareza del asunto, la índole extraña de las asociaciones fueron jugando cada vez más un papel preponderante. Sin embargo, en el romanticismo y mucho más acá, metros, acentos, rimas, aliteraciones, resultaban todavía decisivos en la consideración de un poema.
Desde el romanticismo a esta parte, el ritmo sostenido, eufónico, dejó de verse como un elemento insustituible, sino para disfrutar, al menos para reconocer un poema.
La mayor o menor proximidad a lo indecible, la presencia del noúmeno kantiano, o al menos, lo que no puede ser dicho de otro modo, parecen ser lo que dan al poema su calidad de tal. Por eso el poema "se impone": como un mundo necesariamente incompleto, pero un mundo; de cuya existencia es imposible dudar. Esta existencia sólo puede ser medida subjetivamente, aunque para el receptor sea tan evidente como la de un objeto concreto que se sostiene ante la vista. ¿La calidad? Depende completamente de esta apreciación, se me ocurre.
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Resultado de la encuesta
"Cómo renoce un poema"

Por el ritmo 7% 2
Por las ideas 7% 2
Por la atmosfera 10% 3
Por la originalidad de las asociaciones 17% 5
Por la presencia de un mundo fisico 7% 2
Por las alusiones a la epoca 3% 1
Por la inocencia 0% 0
Porque se le impone 34% 10
Porque emociona 10% 3
Porque no se entiende 3% 1

29 votos total

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