viernes, marzo 13, 2009

Epigramas



Libro I

V
Te ofrezco, dijo el César,
un espectáculo naval,
tú me ofreces unos epigramas.
Creo, Marco, que quieres,
con tus libros, flotar.

XXIII
Cota, he visto que invitas a cenar
a todos los que se bañaron contigo.
¿No te gusté desnudo?

XXVIII
Se equivoca quien piensa
que Acerra apesta a vino de anoche.
Acerra bebe hasta el alba.

LXII
Levina era casta y no cedía a la tentación.
Pero en la playa se le encendió el fuego
y por un chico abandonó a su casto marido.
Era Penélope y se hizo Helena.

LXVIII
Para Rufo, sólo existe Nevia.
Se alegra, llora, calla o habla,
por Nevia.
Come, bebe, pide más,
afirma, niega, hace señas,
por ella.
Ayer escribió una carta a su padre
y le encabezó: "Querida Nevia".
Ella la leyó, y como reía,
casi le arranca la cabeza.

Libro III

XVIII
Antes de empezar a hablar,
adviertes que te duele la garganta-
y hablas. Si te excusaste,
¿para qué hablas?

LXXXIV
¿Qué dice la puta?
No hablo de tu mujer, Gongilion,
hablo de tu lengua.

XCVIII
¿Cómo es de flaco tu culo,
preguntas, Sabelo?
Puedes darle a alguien por el culo
con tu culo, sábelo

Libro IV

XXXIII
¿Por qué no publicas nada, Sosibiano?
-"Mis hijos publicarán mis obras cuando muera".
Muere, Sosibiano, queremos leer tus poemas.

Libro V

LXXXI
Caridemo, en la piscina pública lavas tus huevos.
Y después, también te lavas la cabeza.
Prefiero que te laves los huevos, Caridemo.

XC
Discreta, Gelia tiene un solo amante.
Esposos, tiene dos.

Libro VII

LXXXIX
Rosa, rodea con suaves guirnaldas
la cabeza de mi amigo Apolinar.
Pero no te olvides de adornar
sus cabellos cuando sean blancos;
si es posible, muy tarde.

Marcial (Marcus Valerius Martialis; Bilbilis, Hispania—40-104), Epigramas
Versión de J. Aulicino sobre la traducción en prosa de José Guillén, Diputación de Zaragoza, Zaragoza, 2004

Ilustración: "Damas romanas", Juan Luna (1857-1899) artnet

En este blog: Marcial, por Quevedo

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