viernes, septiembre 12, 2014

Gabriele D'Annunzio / De "Canto de la invitada"
















[de Canto de la invitada]

III

Cuando los jóvenes rayos del sol alborozos
áureos en las aguas turbias encienden,
la valisneria * en el fondo,
recibe al dios con temblor;

y las flores femíneas ávidas emergen
sobre sus volubles espirales, al polen,
a las auras, al sol ofreciendo
sus cálices lujuriosos;

las nupcias sonríen, auspicios cantan
por el selvático estanque los favonios,
mas las flores masculinas al sol
flotan entristecidas;

tal del alma, por el diamantino
fulgor de tus iris, con un ímpetu
de nueva juventud
me sube el deseo;

y a tu flexible flanco de antílope
tiendo mis brazos, y a tu temerosa
boca anhelando amor
tiendo yo mi boca temerosa:

suenan los besos, corren estremecimientos
largos por las íntimas venas, ¡pero rígidas
a tus pies caen
con alas truncadas las estrofas!

Gabriele D'Annunzio (Pescara, 1863-Gardone, 1938), "Canto de la invitada", Canto nuevo [1896], traducción de Fernando Iscar, Lumen, Barcelona, 1987

 * Planta acuática cuyo lujurioso florecer bajo la influencia del sol compara el poeta con su propia excitación ante la presencia de la amada. [N. del T.]


[Canto dell'opsite]

III

Quale, se i giovini raggi tripudii
ne l’acque torpide aurei accendono,
la vallisneria a l’imo
sente il dio con un fremito;

e i fior feminei avidi emergono
su le volubili spirali, a i pollini
a l’aure a ’l sol porgendo
lussurïosi i calici:

le nozze arridono, liberi cantano
lungo il selvatico stagno i favonii,
ma i fiori maschi a ’l sole
intristiti galleggiano;

tale da l’anima, Lalla, ne ’l gemmeo
fulgor de le iridi tue, con un impeto
di giovinezza nuova
mi sale il desiderio;

e a ’l tuo flessibile fianco di dàina,
Lalla, io le braccia, e a la tua trepida
bocca alenando amore
tendo io la bocca trepida:

i baci scoccano, corrono brividi
lunghi per l’intime vene, ma rigide
a’ tuoi piedi le strofe
con ali mozze cadono!

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