miércoles, septiembre 27, 2017

Hilda Doolittle / De "Tribute to the Angels", 5, 6














[V]

No —cálmate, sosiégate—
¿Muerte, no amas a Azrael,

el último y el más grande?
¿no amas el sol,

el primero que da vida,
Rafael? ¿me amas?

amante de la arena y de la caracola,
¿sabes quién corre el velo,

retiene la marea y da forma
de ola a las caracolas? Gabriel:

Rafael, Gabriel, Azrael,
tres de los siete — ¿qué es la Guerra

para el Nacimiento, el Cambio, la Muerte?
además de él, el fuego rojo es uno de los siete fuegos,

juicio y voluntad de Dios,
aliento mismo de Dios  —Uriel.


[VI]

Nunca en Roma,
tantos mártires cayeron;

ni en Jerusalén,
nunca en Tebas,

tantos se pararon y vieron
girar las ruedas de los carros,

vieron con sus propios ojos,
la batalla de los Titanes,

vieron los rayos de Zeus en acción
y cómo desde manos gigantes

el relámpago destrozaba la tierra
y separaba el cielo, ni huyeron

para esconderse en cuevas,
sino con voluntad inquebrantable,

con la cabeza descubierta, observaron
y aunque sin saberlo, adoraron

y no sabían que adoraban
y que ellos eran

eso que adoraban,
de haber sabido que el fuego

de la fortaleza, resistencia, ira
en sus corazones,

era parte del mismo fuego
que el de la vela en un candelabro

o de una estrella,
se conoce como uno de los siete,

es llamado entre los siete ángeles,
Uriel.

Hilda Doolittle (Bethlehem, Estados Unidos, 1886 –Zürich, Suiza, 1961), "Tribute to the Angels", 1945, HD Trilogy, Carcanet, Manchester, 1973
Versión © Silvia Camerotto

H.D. International Society
Imagist Org

Foto: H.D. en Egipto, sin fecha


[V]

Nay — peace be still —
lovest thou not Azrael,

the last and greatest, Death?
lovest not the sun,

the first who giveth life,
Raphael? lovest thou me?

lover of sand and shell,
know who withdraws the veil,

holds back the tide and shapes
shells to the wave-shapes? Gabriel:

Raphael, Gabriel, Azrael,
three of seven — what is War

to Birth, to Change, to Death?
yet he, red-fire is one of seven fires,

judgement and will of God,
God’s very breath — Uriel.


[VI]

Never in Rome,
so many martyrs fell;

not in Jerusalem,
never in Thebes,

so many stood and watched
chariot-wheels turning.

saw with their very eyes,
the battle of the Titans,

saw Zeus’s thunderbolts in action
and how from giant hands,

the lightning shattered earth
and splintered sky, nor fled

to hide in caves,
but with unbroken will,

with unbowed head, watched
and though unaware, worshipped

and knew not that they worshipped
and that they were

that which they worshipped,
had they known the fire

of strength, endurance, anger
in their hearts,

was part of that same fire
that in a candle on a candle-stick

or in a star,
is known as one of seven,

is named among the seven angels,
Uriel.

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